Kontakt     zur Hauptseite     zurück
anterioranterior     próximopróximo capítulo
D

Mapuche 11: Txeg txeg ka kay kay filu (los dos serpientes Cheg cheg y Kay kay)

Epew (historia) - leyenda de serpientes mapuche - ordenamiento de la vida mapuche

Leyenda de serpientes mapuche
                            "Txeg txeg ka kay kay filu" 01
Leyenda de serpientes mapuche "Txeg txeg ka kay kay filu" 01
Leyenda de serpientes mapuche
                            "Txeg txeg ka kay kay filu" 02
Leyenda de serpientes mapuche "Txeg txeg ka kay kay filu" 02
Leyenda de serpientes mapuche
                            "Txeg txeg ka kay kay filu" 03
Leyenda de serpientes mapuche "Txeg txeg ka kay kay filu" 03

presentado por Michael Palomino (2011)

de: Agenda mapuche 2008, edición Txapüm Zuguwe

Compartir:

Facebook








La historia sobre kai kai filu es otra leyenda de la creación.


<Epew (Historia)

Txeg txeg ka Kay Kay filu

Ordenamiento de la vida mapuche

Rüf kuifi em (hace muchos, muchos años) en tiempos muy antiguos los abuelos de nuestros abuelos eran solo un sueño de los dueños y constructores del wal lontü mapu.

Existían entonces dos fuerzas, en forma de serpientes que representaban nuestra dualidad, una llamada txeg txeg filu que controlaba las fuerzas positivas y habitaba [en] la tierra en completa armonía con los Mapuche, la gente de la tierra, los abuelos de nuestros abuelos.

Existía también kaykay filu quien dormía un sueño en las profundidades del agua, a su vez kay kay controlaba las fuerzas profundas y negativas.

Así la vida mapuche era tal hasta el día en que kaykay filu despertó y comenzó a mover las aguas con mucha fuerza, que diciendo kay, kay, kay, kay, agitaba el agua y ésta comenzó a subir, en muy poco tiempo todos los lelfun (campos libres) comenzaron a llenarse de agua y toda la tierra donde se desarrollaba la vida se veía inundado. Los nagche (gente de bajos) comenzaron rápidamente a subir las montañas y cerros más elevados, se juntaron machi (chamanes), longko (alcaldes locales), kimche (sabios) y mucha gente de todos lados para ir en busca de txeg txeg filu para despertarla.

Al despertar txeg txeg vio la tierra sin árboles, sin gente, sin ruka y todo lleno de agua, inmediatamente ordenó a la gente más antigua que comenzaran a subir las montañas y los cerros más cercanos y así diciendo txeg txeg, txeg txeg txeg, las montañas y los cerros comenzaron a elevarse y junto con ellos kaykay filu continuaba subiendo el nivel del agua.

Mucha gente que no alcanzó a subir a los cerros fue alcanzada por el agua y murieron ahogados mientras que algunos se convertían en peces, algas sirenas, y animales marinos de distintas clases. Aquellos ancianos que escapaban del agua y que no podían correr, fueron convertidos en veloces animales terrestres, los que subían rápidamente por las montañas.

Así se dio una gran batalla kaykay filu subía las aguas, txegtxeg elevaba los cerros. Al medio día los cerros ya habían alcanzado gran altura llegando casi al wente wenu (cielo), entonces la gente se comenzó a quemar por el calor del sol, algunos se cubrían las cabezas con külko (cestita), con llepü (cesta), y algunos con trülke (cuero de cordero), para no olvidar sus recuerdos y pensamientos, por el calor algunos murieron y los cuerpos fueron llevados por el viento, así se formaron los txomü (nubes). Otros niños y abuelos fueron convertidos en aves, hubo gente que quedó calva por el calor, hasta el día de hoy sus nietos son calvos al nacer, a otros se les quemó la piel y dicen los abuelos que por eso hay gente más morena que otra.

Como los días pasaban y la lucha no cesaba, se reunió mucha gente para resolver qué podían hacer. Luego de un txawun (reunión), una de las machi tuvo una pewma (sueño), en que fue informada que debían realizar un sacrificio. Antes de que wüñelfe (lucero) se perdiera en el wenu mapu (reino de los cielos), el día siguiente, escogieron a un pichikeche (niño pequeño), éste fue muerto y su corazón ofrecido a kaykay filu. Luego de ser arrojado al agua, retornó la calma del mar y con el transcurso de los días el nivel del agua descendió.

De igual manera solo muy poca gente se salvó, entre ellos cuatro personas, los meli llituche (cuatro sabios grandes), uno de ellos fücha, el anciano, kuze, la anciana, ülcha, la mujer joven y weche, el hombre joven: fücha y kuze: permanecieron para transmitir los antiguos conocimientos a la gente nueva, ülcha y weche: quedaron para que sus hijos y los hijos de sus hijos que ahora son los abuelos de nuestros abuelos: poblaran ésta que es su tierra.

Kaykay y txeg txeg filu, volvieron a sus cuevas, el agua retrocedió y la gente volvió a poblar la tierra. Las mujeres mapuche contaron historias de mujeres jóvenes y niños que se acercaban al agua y a los bosques a conversar con los animales que en un tiempo anterior habían sido sus descendientes. Algunos regresaban y otros no volvieron más dando origen así a la formación de nuevas historias acerca de mundos submarinos ocultos donde se encuentra viviendo esa gente que no volvió. Estas historias explican el origen de los apellidos, y la formación de los ngen: dueños de la tierra, de las plantas, del agua, etc. Txeg txeg y kaykay filu duermen cada una su sueño profundo y la gente mapuche los recuerda y aún hoy se cuentan historias como éstas. Las abuelas dicen que las serpientes esperan el día en que el pueblo caiga en desgracias, cuando pierda su cultura, su sabiduría y nos dejemos llevar por cosas que no son nuestras: entonces kaykay lanzará nuevamente el agua contra nosotros. Feyka müten.

Compartir:

Facebook








^