contacto
                  con e-mail     Página
                  principal     atrás
atrásanterior     próximopróximo capítulo

Cabrera: Mensaje de las piedras

5. Medicina gliptolítica

5.3. REJUVENECIMIENTO POR TRANSPLANTE DE HEMISFERIOS CEREBRALES

Compartir:

Facebook







Presentación de Michael Palomino (2012)


de: Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991; avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel. 231933 / 234363;


5.3. REJUVENECIMIENTO POR TRANSPLANTE DE HEMISFERIOS CEREBRALES (p.200-202)

[La "civilización" no quiere transplante de cerebros por la moral]

A pesar de que la neurocirugía experimental de la actual humanidad no ha logrado aún la técnica infalible que, aplicada al hombre, posibilite el transplante del cerebro humano, se plantean problemas respecto del caso en que se tuviera que recurrir a este transplante. Son problemas de orden moral. Se teme que el egoísmo por conservar la vida o el poder, pueda conducir a algunos hombres a querer perpetuarse mediante el transplante de su cerebro en un cuerpo joven, si tomar en cuenta - por lo demás - los medios ni las circunstancias para valerse de aquel cuerpo. Por eso, los hombres de ciencia actuales señalan los límites del uso de este transplante: afirman que sólo se justificaría para salvar una vida.

Se entiende que el cerebro iría a un hombre cuyo cuerpo mantuviera su normal funcionamiento pero que, en cambio, su cerebro estuviera deteriorado hasta el punto en que fuera irrecuperable. Asimismo, se entiende que el cerebro por transplantarse estaría en óptimas condiciones y provendría de un hombre cuyo cuerpo fuera víctima de un mal de necesidad mortal.

[Los hombres de la edad remota transplantaron cerebros]

La Humanidad Gliptolítica no tuvo problemas para efectuar los transplantes. De acuerdo con la información contenida en muchos Gliptolitos, puede afirmar que el transplante de los hemisferios cerebrales fue uno de los medios a que recurrió esa humanidad para alcanzar la finalidad de su existencia: desarrollar su capacidad reflexiva (energía cognoscitiva) para incrementar y conservar el conocimiento.

Se trataba de conservar en el cuerpo de un individuo joven el formidable caudal de conocimientos contenidos en los hemisferios cerebrales de un individuo viejo. Al extraer los hemisferios cerebrales de un hombre joven, quedaban aquellas otras partes del (p.200) cerebro en las que radican los centros que comandan el funcionamiento glandular y orgánico del hombre. Los hemisferios cerebrales que contenían ese formidable caudal de conocimientos, al transplantarse seguían funcionando pero ahora comandados por aquellos centros del cuerpo joven. Deduzco que así rejuvenecían las células de dichos hemisferios, con lo que se lograba que el organismo recuperara su armonía celular.

Y no sería insólito pensar que aquellos hombres de extraordinaria longevidad de que hablan las tradiciones que vienen desde un pasado imprecisable, no hayan sido sino el resultado de esta técnica empleada por la Humanidad Gliptolítica. Esto explicaría los casos en que un mismo hombre, según refieren las leyendas, se presentaba con diferente fisonomía humana ante los demás.

Y aquellas referencias que se han dado de hombres sobrenaturales capaces de convertirse en monstruos, bestezuelas, alimañas, árboles, montañas y en diferentes objetos, no serían más que exageraciones de aquel cambio de fisonomía humana, fabuladas por sucesivas generaciones cuya imaginación haya sido estimulada por la imprecisable lejanía en que existió la Humanidad Gliptolítica. Es de suponer que el empleo de sucesivos cuerpos jóvenes para conservar el conocimiento encerrados en los hemisferios cerebrales, quedaba interrumpido sólo con la muerte fortuita del hombre favorecido por el transplante.

[Cambio de la personalidad con el nuevo cerebro en la "civilización" de hoy]

Respecto del uso a que pudieran haber sido destinados los hemisferios cerebrales extraídos del individuo joven, es decir, los hemisferios que iban a ser reemplazados por otros, los Gliptolitos no dan información muy clara. Apoyándome en otra serie de Gliptolitos que representan el transplante ya no de hemisferios cerebrales sino de los conocimientos mismos (claves cognoscitivas), es posible que se hayan transplantado las claves cognoscitivas de aquellos hemisferios a un individuo de menor nivel (rango) cognoscitivo. Y en lo que se refiere al destino del cuerpo del individuo viejo, sólo sé lo que se observa en uno de los Gliptolitos que acabo de describir: se le mantiene viviendo artificialmente (p.201).

En la humanidad actual, el transplante del cerebro originaría ciertos problemas de índole familiar y social. Un hombre con cerebro transplantado, sería el mismo de antes sólo desde el punto de vista físico. Desde este punto de vista, su familia y su medio social esperarían que pensara y actuara de la manera como los tiene acostumbrados. Pero en realidad pensaría y actuaría de acuerdo con el nuevo cerebro, es decir con la otra personalidad, que ahora es la suya y la única que tiene. Esto crearía la ruptura en su vida de relación.

[Casi no cambió la personalidad en el mundo remoto]

En la Humanidad Gliptolítica, luego del transplante de los hemisferios cerebrales, no había tal ruptura, sencillamente porque no existía lo que ahora se llama familia y en el medio social sólo contaban los niveles cognoscitivos. La afectividad del Hombre Gliptolítico estaba orientada hacia la vida intelectual. El hombre se realizaba a través de su afán insaciable de desarrollar su capacidad reflexiva (energía cognoscitiva) para incrementar su conocimiento. Este afán le permitía alcanzar permanentemente el éxtasis. En sus relaciones con el sexo opuesto, el apetito sexual obedecía a la decisión de procrear, y el hijo era un miembro más de la sociedad. Esta era la familia. Salvo el sexo, la mujer no se diferenciaba del hombre. Tenía los mismo derechos y libertades de éste y, como miembro de la sociedad gliptolítica, su existencia estaba encaminada hacia la misma finalidad. El que la diferencia de sexo no haya implicado diferencias de libertades y derechos, la deduzco por el hecho de que tanto en las representaciones del hombre como de la mujer gliptolíticos, no se han graficado los órganos sexuales (p.202).



Compartir:

Facebook







^