<Por Anthony Izaguirre
CHARLESTON, Virginia
Occidental, EE.UU. (AP) — Una diócesis de
Virginia Occidental y su exobispo
contrataron a sabiendas a pedófilos y no
revisaron adecuadamente los antecedentes
penales de empleados que trabajaron en
escuelas y campamentos, argumentó la
fiscalía general del estado en una demanda
entablada el martes.
La querella contra la diócesis de
Wheeling-Charleston y el obispo
Michael Bransfield fue
anunciada por el fiscal general
Patrick Morrisey. Fue
presentada una semana después de que
funcionarios de la Iglesia impusieron
restricciones ministeriales a Bransfield
debido a la investigación por
presuntamente haber acosado sexualmente a
adultos y cometer irregularidades
financieras.
[Sacerdotes abusadores en Verginia
Occidental "durante mucho tiempo" -
táctica de descubrimiento detectada]
“La Iglesia católica ha estado
encubriendo, escondiendo y negando que ha
tenido sacerdotes abusadores de niños
durante mucho tiempo, incluyendo aquí
mismo en Virginia Occidental”, dijo Morrisey
en una conferencia de prensa.
La demanda argumenta que la diócesis y
[el obispo] Bransfield
optaron por encubrir conductas
presumiblemente criminales y que la
diócesis contrató abusadores sexuales
confesos y sacerdotes acusados de abuso
sexual de menores, sin revisar sus
antecedentes apropiadamente.
[El caso del pastor Frobas: abuso
infantil hasta a la denuncia de 1987 -
muerte 1993]
En un caso ocurrido hace varias décadas,
de acuerdo con la demanda, el reverendo
[pastor] Víctor Frobas,
quien fue obligado a renunciar al sistema
del seminario de Filadelfia debido a una
acusación creíble de abuso de menores, fue
nombrado director de un campamento juvenil
de verano perteneciente a la diócesis.
Luego fue acusado de abusar de niños
mientras estuvo en ese puesto y, tras
pedir una licencia, regresó y fue asignado
como capellán de la secundaria católica
Wheeling Central. En 1987, Frobas
fue encausado por presuntamente abusar
sexualmente a dos niños en una parroquia
de un suburbio de St. Louis. Frobas se
declaró culpable, estuvo dos años en la
cárcel y luego murió en 1993.
[Fiscal Morrisey exije la publicación
de todos los documentos de la diócesis]
“Creemos que el primer paso importante
que la diócesis puede dar es decir todo lo
que sabe”, dijo [el fiscal general] Morrisey.
“La Iglesia debería de hacer que sus
archivos sean públicos y revelar lo que
pasó con cada acusación creíble de abusos
sexuales que recibieron, y a la vez
proteger la identidad de las víctimas y
sus familias”.
[Iglesia cat. criminal viola protección
del niño y protección del consumidor]
Morrisey dijo que el caso
fue presentado conforme a las leyes
estatales de protección y crédito de los
consumidores. Agregó que su oficina está
en proceso de referir casos individuales a
fiscalías locales.
Un portavoz de la diócesis no ha
contestado mensajes dejados para pedirle
comentario. Tampoco hubo respuesta a una
llamada al número de teléfono bajo el
nombre del [obispo] Bransfield.>